Patologia del tendon de aquiles

  • Imprimir

 

TENDINITIS AQUILIANA

La tendinitis aquilíana ocurre cuando el tendón que conecta la parte posterior de la pierna al talón está inflamado o con dolor cerca de la parte inferior del pie. Este tendón se denomina tendón de Aquiles y se usa al caminar, correr y saltar.

Hay dos músculos grandes en la pantorrilla. Ambos son importantes para caminar. Ellos generan la fuerza necesaria para empujar el pie o pararse en los dedos de los pies. El gran tendón de Aquiles conecta estos músculos al talón.

La tendinitis aquílea puede ocurrir más probablemente si:

Se incrementa repentinamente la cantidad o intensidad de una actividad. 

  • Los músculos de la pantorrilla están muy tensos (no están estirados). 
  • Usted corre sobre superficies duras, como el concreto. 
  • Usted corre con mucha frecuencia. 
  • Usted salta mucho, por ejemplo jugando baloncesto. 
  • Usted no usa un calzado con un soporte apropiado. 
  • Su pie repentinamente se voltea hacia dentro o hacia fuera. 

La tendinitis a raíz de artritis es más común en personas de mediana edad y ancianos. Se puede formar un crecimiento o espolón óseo en la parte posterior del talón, lo cual puede irritar el tendón de Aquiles y causar dolor e hinchazón

Los síntomas incluyen dolor en el talón y a lo largo del tendón al caminar o al correr. El área puede sentirse dolorosa y rígida en la mañana. El tendón puede doler al tacto o al moverlo y el área puede estar hinchada y caliente. Usted puede tener dificultad para pararse en un dedo del pie. El médico llevará a cabo un examen físico y buscará sensibilidad a lo largo del tendón y dolor en el área del tendón cuando uno se para en los dedos de los pies.

Los principales tratamientos para la tendinitis aquílea no involucran cirugía. Es importante recordar que pueden pasar al menos de 2 a 3 meses para que el dolor desaparezca.

Pruebe aplicar hielo en el tendón de Aquiles durante 15 a 20 minutos, dos a tres veces por día. Retire el hielo si el área se entumece.

Los cambios en la actividad pueden ayudar a manejar los síntomas:

  • Disminuya o suspenda cualquier actividad que cause dolor. 
  • Corra o camine sobre superficies más lisas o más suaves. 
  • Cambie a montar en bicicleta, nadar u otras actividades que causen menos tensión sobre el tendón de Aquiles.

El médico o el fisioterapeuta pueden mostrarle ejercicios de estiramiento para el tendón de Aquiles.

Ellos también pueden sugerir los siguientes cambios en el calzado:

  • Un dispositivo ortopédico o botas para mantener el talón y el tendón inmóviles y permitir que la hinchazón disminuya. 
  • Cuñas para levantar los talones puestas en el zapato bajo el talón. 
  • Zapatos que sean más suaves en las áreas por encima y por debajo de la almohadilla del talón.

Los antinflamatorios no esteroides (AINES), tales como ácido acetilsalicílico (aspirin) e ibuprofeno, pueden ayudar con el dolor o la hinchazón. Hable con su médico. Si estos tratamientos no mejoran los síntomas, se puede necesitar cirugía para extirpar el tejido inflamado y las áreas anormales del tendón. La cirugía también puede usarse para extirpar el espolón óseo que esté irritando el tendón. La terapia extracorpórea por ondas de choque (ESWT, por sus siglas en inglés) puede ser una alternativa a la cirugía para las personas que no han reaccionado favorablemente a otros tratamientos. Este tratamiento usa ondas sonoras en dosis bajas.

Los cambios en el estilo de vida generalmente ayudan a mejorar los síntomas. Sin embargo, dichos síntomas pueden reaparecer si no se limitan las actividades que ocasionan el dolor o si no se mantiene la flexibilidad y la fortaleza del tendón.

RUPTURA DEL TENDON DE AQUILES

 

La ruptura del tendón de Aquiles, es más frecuente en  deportistas adultos, debido a cambios degenerativos del tendón . También se presenta en personas jóvenes que sufren episodios repetitivos de tendinosis (degeneracón del tendón)

La ruptura del tendón de Aquiles se presenta por una distensión brusca del tendón con el tríceps sural contraído. El paciente relata una sensación de “pedrada” o puntapie.  Tiene imposibilidad de empinarse con la extremidad afectada

El diagnóstico, generalmente es clínico.  Se puede apreciar el defecto a nivel de la ruptura, “signo de hachazo”. En las rupturas parciales es útil la ecografía

 

El tratamiento no quirúrgico, está indicado en rupturas parciales, o pacientes con condiciones médicas que contraindiquen una cirugía.  Consiste en la colocación de yeso con el pie en equino (empinado) por 6-8 semanas. Seguido de un periodo de rehabilitación.

El tratamiento quirúrgico, consiste en la sutura primaria del tendón.  En las rupturas antiguas de realizan técnicas especiales para reforzar el defecto. En ambos casos se complementa con inmovilización con el pie en quino con yeso.

Actualmente se está preconizando técnicas percutáneas MIPO a través de mini incisiones. Tienen la ventaja que conservan la irrigación del tendón.